martes, 18 de marzo de 2008

ENLOQUECIENDO




Jamás me cansaré de usted
ni de su recuerdo en los azules,
límites que puedo romper
y guardar el cielo en los baúles.
“¡Suficiente!” esa palabra no existe,
cuando el corazón un agujero tiene,
del tamaño del sol sin llene.
¡Rayos! ¡Le extraño todavía!
¡Pero buscarle no está en mis manos!
Está en mi alma junto a la vía
De un tren que no sé si llegará en mil años.
Quiero volver pero no tengo pretextos para hacerlo,
sólo uno que no me atrevo,
que me avergüenza si lo intento
y me llenaría de culpa si lo compruebo
¡De culpa! ¡Sí!
Por que fue maldito ese doloroso extrañar,
de tenerle al lado mío
y no poder con mi respiro tocar,
su rostro humedecido en brío.
Hasta ahora, creo que me he confundido
no te puedo extrañar si no te tuve
te deseo en ese caso híbrido
en dos cuerpos físico y psíquico
te tuve, te extraño no te tengo, te deseo
¡Rayos! Qué me pasa
divago otra vez
qué no miras, me estoy perdiendo
le tuteo le hablo de nubes
¡no, no es cierto!
Pierdo la rima ¡Eso es!
No, no creo, hay algo más
¡Pero qué es!
Aquí lo tengo en los carbones
de estos lápices, fuentes de confusiones,
de duda y frustraciones, sin señales de ostensiones
y rica en maldiciones.
Ya más no se me ocurre, me contradigo.
Y pensar que le volveré a ver,
me aterran por dentro
estos nervios ante mi reacción.
Pero espero ese momento
por más frenados que estén mis sentimientos,
para que de nuevo la vida me recuerde el lamento
de mi locura afligida, pero no importa,
Venderé mi alma (si es que la tuve)
al viento para que roce su perfume
en los susurros de octubre
y le transporte a los ayeres
cuando quise verle con las manos
que temblorosas y torpes
pasearon por sus sienes.
Le imploro a su recuerdo
que se quede conmigo,
que me atormente en mis ratos libres si quiere
y me visite por las noches siempre.
Invito a su sombra a rondar por los pasillos
en mis venas ya sin tránsito,
de mi sangre en sus ladrillos,
que ya no escurren, que están secas.
Por que nunca tuve sangre en las venas.
Usted pensará que no tengo los papeles
de mi propio juicio, y es cierto,
los olvidé en los anaquelesde un oasis seco en el desierto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Escrito Impulsivo. Escrito atrevido. Veo que eres un escritor muy versátil. Felicidades me gusto mucho.

Shamman dijo...

Visitame.

Kali y su diario dijo...

aaaaaaa ya entendi de donde sacas el vocabulario. ji ji ji ji